La exposición - Claudio Magris


"(...) la culpa está en el comienzo, antes de todo..., hacer es inocente, ser es culpa... "








Magris, Claudio. La exposición.
Barcelona: Anagrama, 2003


La mostra. Traducció de Juan Octavio.
Col.lecció Panorama de Narrativas, 528



 Què en diu la contraportada...
Cuento, pieza teatral o libreto de ópera, esta nueva obra de Claudio Magris, La exposición, pone en escena el destino minúsculo de un hombre –el pintor triestino Vito Timmel, que murió en un manicomio- y de su anárquico y regio temperamento autodestructivo.

Los trazos de su vida errante se reconstruyen a través de sus propias palabras y la de sus amigos, carceleros, o voluntariosos enfermeros, camaradas de las tabernas o de los estudios de arte, personajes sanguíneos y enmascarados, mujeres amadas con pasión y perdidas con ferocidad, coros de voces y de cosas que dicen las verdades demenciales del mundo, en una forma que es al mismo tiempo triestina y universal, en la que reaparecen fragmentos y detritus de esa perdida cultura centroeuropea. Una Babel de lenguajes bajos y sublimes, en la que todos hablan y nadie escucha, una Babel concentracionaria (desde la celda del hospital psiquiátrico a la sala del museo) en la que irrumpen, entre los rasguños del dolor, una vaga y abierta felicidad, el encanto de un mundo libre y maravilloso, suspendido entre los restos de una vida acabada y el resplandor de una más allá.

Texto violento, visionario y tragicómico, La exposición es la historia narrada como después de un diluvio, de un hombre que busca salvarse en el olvido y se debate en la contradictoria necesidad de matar el pasado y de hacerlo vivir, de amar la vida y de sofocar este amor que tanto dolor provoca, enfrentándose con la existencia a la vez fascinante e insostenible, con sus astillas de poesía y su tormentosa infelicidad.


 Com comença...
DIRECTOR
Atención, un poco más allá, a la derecha, no, así no..., que esté arriba, por lo menos hasta el día de la inauguración, ¿no? Eso, eso, sí. Los cuadros con el motivo de la estrella, su firma casi, allá, si, aquí no, allá.

 Moments...
(Pàg. 17)(...) tenía siempre en la boca la Sixtina, la majestad pródiga y grande, portales palacios iglesias la gloria el poder..., cómo odiaba la perfección del cuadro de pequeñas dimensiones, cosa mezquina, decía con desprecio, “agujero enmarcado”...

(Pàg. 18)
El arte hay que hacerlo a lo grande, a la manera grande de los reyes y pueblos dominantes, oros y estandartes de batallas, nada de llorizqueo de debiluchos incomprendidos; que vaya a refugiarse ahí el artista, el poetita, el pintorcillo con su cuadrito, un pañuelo de escupir dentro del alma delicada (...)

(Pàg. 26) Ni dolor ni alegría, Cesare, lo justo para embellecer los ojos, no sé si lo entiendes, siempre encerrado allá afuera...

(Pàg. 30)Que uno muera es una necesidad; que uno nazca, un azar.

(Pàg. 48)La culpa estaba allí, la culpa está en el comienzo, antes de todo..., hacer es inocente, ser es culpa...

(Pàg. 60)(...) la tienda, el trabajo, la vejez, hijomiohemoshechoyatantoportí, somos nosotros quienes te trajimos al mundo, no lo contrario, echar a uno al mundo es ya haber hecho más que el propio deber, incluso hubiéramos podido sólo divertirnos y basta, también los padres son seres humanos, qué le vamos a hacer, y luego uno debe arreglárselas y si es posible ser el bastón de nuestra vejez.

(Pàg. 62)Tranquila, como siempre, sin alzar la voz, una dulzura infinita, la ternura de quien no tiene miedo, el corazón libre, abierto golfo de mar que se abre sereno a las olas y a los vientos. Sin el miedo, ese que sofoca y extingue también el amor como un trapo, hasta que la llama pura chisporrotea en un humo maloliente. María no tenía miedo de nada y cuando algo la hacía temblar, como en los últimos días, el amor era siempre más fuerte, el viento se levantaba y tendía las velas y ella corría al mar, leve sobre las olas... (...)

(Pàg. 65)Ella enfermó y yo sentí alivio, porque ese dolor noble y grande por su muerte cercana explicaba, ennoblecía, rescatada todo, yo no era ya un nada, una mierda sobre la cual verter el agua, sino un hombre que sufría, consolado y ayudado por todos, un artista noble como ese dolor que absolvía todo, autorizada toda impotencia, fracaso, aridez, noble corazón de marido y padre lacerado... innoble fango del respeto y de la misericordia arrancados con pose blasfema... sí, yo era incluso sincero, sufría succionando la vida de aquel seno que se descarnaba y vaciaba, pero feliz, innoblemente feliz de aferrarme a ello como a un madero en el mar para mantenerme a flote (...).

(Pàg. 75)Qué hábil fue la otra en iniciarme en las argucias eróticas... tumulto del follar, inexplicable, aire viciado, meandros infinitos de la vulgaridad, filtros de dominio y esclavitud mezclados en la saliva que yo chupaba con besos feroces, humillados..., los preparaba en retortas y alambiques, el demonio se los sugería en las noches goteantes de esperma y sudor...

(Pàg. 84)
(...) la psiquiatría es la institución totalizante y desviante por excelencia, productora punidora y segregadora de la desviación, no admite cuestionamientos concretos y reprime el malestar social transfigurándolo y deformándolo en malestar puramente personal, etiquetándolo como enfermedad o sublimándolo como arte. Lo que pone en discusión los valores de la clase dominante es tolerado y confinado en esferas ad hoc políticamente inocuas, la enfermedad o el arte.

(Pàg. 87)
(...) los psiquiatras son locos furiosos porque afirman la existencia de algo que no existe, mientras que nosotros sabemos que nuestra ciencia no existe, que somos especialistas de la nada, estudiosos de lo inexistente,... ¿quién está más loco; un muerto que cree estar vivo o un vivo que sabe que está muerto? (...)

(Pàg. 90)
El tiempo es como el dolor de cabeza, pasa, pasará, antes o después habrá pasado, basta con esperar..., es bellísimo esperar (...).

(Pàg. 92)
(...)
Sí, olvidar
incluso tus ojos
no recordar que me amas
no recordar que te amo.
(...)

 Altres n'han dit...
Il libraio, Wuz, Pep Grill.

 Enllaços...
Claudio Magris, l'autor sobre la seva obramotivació i temàtica, context i personalitat, Vito Timmelde la polifonía lingüística, "hay tantas escrituras...", transversalitat estil·lística.

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