El paseo - Robert Walser


Walser, Robert.El paseo
Madrid: Siruela, 1996









Der Spaziergang
Traducció de Carlos Fortea
Col·lecció Libros del Tiempo, 86

>> Què en diu la contraportada...
La vida de Robert Walser es una de las más apasionantes tragedias de la literatura centroeuropea de este siglo. Autodidacta, errante, finísimo estilista de la lengua alemana y provisto de una mirada capaz de destripar la realidad con la más suave ironía, Walser empleó los pocos años en que pudo escribir, entre 1904 y 1925, antes de sucumbir a una enfermedad mental de origen hereditario, en tallar exquisitas miniaturas acerca de una vida cotidiana poblada de personajes e impresiones que vienen de la noche cuando ésta es más oscura. El paseo es una de esas miniaturas. Un poeta sale a pasear y ante su mirada se alternan la belleza de la vida y el absurdo de las convenciones de la sociedad, el sonido de una voz que canta y el espectáculo del gran teatro del mundo. Entre el sabor más crítico y la más pura de las reflexiones, El paseo es una espléndida muestra del arte de este autor tan admirado por escritores como Kafka, Thomas Mann, Musil, Canetti, Walter Benjamin o Claudio Magris, entre otros.

>> Com comença...
Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle.

>> Moments...
(Pàg. 11)
Como se sabe, hay golfos que se hacen los amables y buenos y tienen el espantoso talento de sonreír cortés y gentilmente durante los delitos que cometen.

(Pàg. 11)
Chiquillos y chiquillas corretean al sol libres y sin freno. “Dejémoslos ir tranquilos y sin freno”, pensé; “la edad se encargará de asustarlos y frenarlos. Demasiado pronto, por desgracia”.

(Pàg. 13)
¿Podría usted jurar que este es el libro más difundido del año?
- Sin duda.
- ¿Podría afirmar que este es el libro que hay que haber leído?
- A toda costa.
- ¿Y es realmente bueno?
- ¡Qué pregunta tan superflua e inadmisible!
- Se lo agradezco mucho –dije con sangre fría; preferí dejar tranquilamente donde estaba el libro que había tenido la más absoluta difusión, porque había que haberlo leído a toda costa, y me alejé sin ruido, sin perder una sola palabra más.

(Pàg. 16)
La suposición, que tan abiertamente manifestaba usted antes, de que yo soy pobre, puede basarse en una inteligente y correcta observación. Pero basta por completo con que mismo sepa lo que soy, y con que sea yo mismo el que mejor informado esté sobre mi persona. A menudo las apariencias engañan, señor mío, y lo mejor es dejar el juicio sobre una persona a esa misma persona. Nadie puede conocer tan bien como él mismo a un hombre que ha visto y vivido tanto.

(Pàg.. 17)
¿Qué hombre honrado no ha estado desvalido nunca en su vida, y qué ser humano ha mantenido por completo intactos a lo largo de los años sus esperanzas, planes, sueños? ¿Dónde está el alma cuyos anhelos, osados deseos, dulces y elevadas concepciones de la felicidad se cumplieron, sin tener que hacer descuentos en ellas?

(Pàg. 19)
Al diablo con el ansi miserable de parecer más de lo que se es. Es una verdadera catástrofe, que extiende por el mundo el peligro de guerra, la muere, la miseria, el odio y las heridas y le pone a todo lo que existe una indeseable máscara de maldad y fealdad.

(Pàg. 36)
Era como morir de pena, morir quizá de extrema alegría, de un amar y vivir feliz en exceso y un no poder vivir por una idea demasiado rica y bella de la vida, como si en cierto modo el delicado pensamiento, desbordante de amor y felicidad, penetrando arrogante en la existencia, pareciera atropellarse y quebrarse sobre sí mismo.

(Pàg. 68)
Pero se podría decir, con la misma razón, que nadie debería ir a un concierto o a una representación teatral o gozar de cualquier otra diversión mientras haya en el mundo cárceles e institutos penitenciarios con desdichados presos. Naturalmente, esto es ir demasiado lejos. Y si alguien quisiera aplazar el goce y toda alegría de vivir hasta que el mundo no tuviera por fin gente pobre y desdichada, tendría que esperar hasta el gris e impensable Día del Juicio y hasta el gélido y yermo Fin del Mundo, y para entonces puede que el placer y la vida misma se le hubieran pasado por completo.

>> Altres n'han dit...
Vigilado por negros, Somos lo que leemos, Inactual, Sobre turismo

>> Enllaços:
Robert Walser, contextualitzant a l'autor, el passeig com a pretext, pasejar no és passar, mestre de la prosa (o això diuen), Estava tant sol..., cercant l'esperança

>> Llegeix-lo:
Espanyol, espanyol

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