Kaidara - Amadou Hampâté Bâ



"La luz disipa las tinieblas, la oscuridad envuelve y devora la luz. ¿Cuál de las dos se llevará la mejor parte?"





Hampâté Bâ, Amadou. Kaidara. Cuento iniciático peule. 
Barcelona: Kairós, 2002

Kaïdara. Contes initiatiques peuls. Traducció de Fermín Guisado.
Col.lecció  Kairós Literatura



 Què en diu la contraportada...
Kaidara -un clásico de la literatura africana de nuestro tiempo- narra el viaje iniciático de tres compañeros, a través de un país subterráneo sembrado de encuentros simbólicos y misteriosos, hacia la morada del "lejano y tan próximo Kaidara", dios del oro y del conocimiento. En el camino de regreso, sólo uno de ellos saldrá victorioso de todas las pruebas: aquel que, por amor al conocimiento, habrá sabido no quedares con ninguna parte del oro recibido en la morada del dios. "Convertido en rey sin haberlo buscado", recibirá más tarde, como suprema recompensa, la visita de Kaidara en persona y la revelación de los secretos de todos los símbolos encontrados en el camino.
Detrás del aspecto recreativo de este gran cuento africano, concebido para todas las edades, cada imagen, cada evento revelan un significado oculto que Amadou Hampâté Bâ nos ayuda a descubrir en un importante aparato de notas sobre el simbolismo y la espiritualidad africanas.
Este texto iniciático, entre los más famosos de la herenciapeule, ilustra las trampas que hay que discernir y las etapas que hay que franquear desde el momento en que nos embarcamos en la difícil vía de la conquista y de la realización de nuestro ser.

 Com comença...
Sucedió en el misterioso país del sobrenatural Kaidara, que la memoria humana no logra situar con exactitud ni en el tiempo ni en el espacio.

 Moments...
(Pàg. 28)
- (...) ¿Cómo se llama?, ¿dónde se encuentra? –aventuró Hamtudo, antes de añadir- y tú, el que habla, ¿quién eres?, ¿dónde estás?
- Lo sabrás cuando sepas que no sabes y estés deseando saber.

(Pàg. 35)
Los tres amigos, consternados, prosiguieron su camino. Sin agua ni comida, iban precedidos por la desolación del corazón y seguidos por el dolor del espíritu.
No hay que confundir la sobriedad con la falta de víveres. Los tres amigos tenían tanta hambre y tanta sed que cada vez que levantaban los pies, la muerte ponía los suyos en las huellas.

(Pàg. 43)
La vida y la muerte están en nosotros.
Luchando una contra otra
como lucha el agua contra la tierra
y la tierra contra el agua.
A cada avance por la derecha
corresponde una retirada por la izquierda.
Toda ganancia al este se sala
con una pérdida al oeste.
Nuestro deseo de saber
es un fuego prendido en nuestro interior.
El viento de vuestra ciencia
sopla y lo aviva más todavía.
Hemos celebrado a tiempo
el oficio de nuestra plegaria.
En el lugar hemos vertido
la leche nutricia y propiciatoria.
Hemos pagado el diezmo de la mantequilla.
procedemos de una gotita
convertida en mágica lluvia
dentro de una cavida secreta y fecunda.
Vamos hacia la disyunción,
hacia la putrefacción,
hacia el retorno al origen.
Somos criaturas creadas
pero a la vez creadas creadoras.
No hemos desfallecido por el camino.
hemos pedido la paz.
Vamos hacia Kaidara,
el lejano y tan próximo Kaidara.

(Pàg. 47) 
- Por mi parte –dijo Hammadi-, no trataré de ser jefe ni de redondear aún más mi fortuna. No pretendo nadar en la opulencia. Estoy dispuesto a gastarme todas mis ganancias, si es preciso, para conocer el significado de los símbolos y enigmas del país de los enanos. Ése es el único sueño que albergo en mi cabeza. A unos, mi anhelo les pareceré pura locura, a otros se les antojará demasiado modesto. Para mí, es la meta más grande y provechosa que un hombre pueda fijarse en este mundo.

(Pàg. 56) 
Nubes sirviente atravesaron el espacio de camino hacia la fuente celeste, donde bebieron grandes cantidades de agua hasta saciarse plenamente. Son esas nubes ebrias de agua que acabarán orinando y vomitando sobre la tierra para castigarla por sus faltas ocultas.

(Pàg. 57)
Los tres vientos se mezclaron, empezaron a silbar, a bramar y a girar a una velocidad vertiginosa. Se introdujeron por todas partes, levantaron lo que era liviano y treparon por encima de lo que era pesado y alto. Finalmente, Ciclón parió a Borrasca. Aquella hija violenta se puso a arrancar árboles y a quebrar las agujas de las montañas escarpadas. Después, Tornado dio la orden y Ráfaga soltó sus descargas rápidas y sucesivas Diríase que la tierra ascendía hacia el cielo y éste bajaba a su encuentro. Entre los dos grandes espacios, hombres, animales y objetos eran como briznas en una mar embravecido.

(Pàg.61) 
(...) Hammadi se dijo para sí: “He conseguido salir sano y salvo de un viaje de pruebas que ha durado veintiún años. He salido cargado de oro como una mina fabulosa. Pero, desgraciadamente, mi espíritu se mantiene en erección; me he quedado con las ganas. He visto mucho he aprendido poco, y lo que deseo es saber. Voy  a hacer de ello un deber sagrado. Será la única conquista que emprenda a partir de ahora y lo haré a costa de cualquier sacrifico.

(Pàg. 67)
- (...) Oh varón muy anciano, has de saber que el pobre ignorante que soy, hace años que corre, noche y día, en pos de un hombre que conozca y no tenga inconveniente en explicarle un cierto número de cosas vistas durante su largo viaje al misterioso país de los símbolos, el país de los enanos servidores de Kaidara, Kaidara el portentoso. Si pudiese apagar mi sed en las claras y puras aguas de tu inmenso río de ciencia, me consideraría gratificado con la mayor aventura que un hijo de Adán pueda alcanzar en este mundo que se mueve sobre una tierra que se transforma. Instrúyeme, tú que eres oro envuelto en un trapo viejo y tirado a la basura que se amontona en la calle, para mejor ocultar tu cualidad de gran maestro y tus virtudes de erudito. Estoy dispuesto a darte la mitad de mi fortuna y a compartir mi reino contigo. Si con eso no basta, me convertiré gustoso en tu esclavo para aflojar las correas de tus sandalias.
El mendigo masculló unas palabras y luego dijo en voz alta:
- No es necesario que te arruines y aún menos que me entregues la mitad de tu reino, ni que te conviertas en mi sirviente para desatarme las sandalias. He viajado mucho. He visto muchas cosas. Me he entrevistado con muchas cabezas canosas. Soy por tanto un mayor para ti y escucharé con agrado lo que tengas que decirme. Y si puedo serte de alguna utilidad, me aplicaré gustosamente. Me has complacido con tu hospitalidad y tu humildad, que demuestran que tu talla oculta es mayor que la altura aparente de tu cuerpo.

(Pàg. 68)
“(...) en torno al rey se encuentra toda suerte de personas; unos están allí para dar, otros para que les den; unos acuden para mentir, los otros porque alguien ha mentido sobre ellos.”

(Pàg. 73) 
“(...) Igual que la muerte no puede acabar con el alma, un solo jefe no ha de agotar los días de la eternidad. Por cortos o largos que sean, hay que colmar cada día para partir sin pesadumbre de esta tierra que, al rodar sobre sí misma, aplasta a quienes pretenden dominarla.

(Pàg. 74)
- (...) Nuestro ancestro Buitoring le dijo a su hijo Helleré: “Te casarás con cuatro mujeres o con cuatro en una sola: una buena mujer, una mujer hermosa, una madre de familia y una amante. La primera constituirá el inestimable tesoro de tu hogar; la segunda será un adorno que exhibirás para vejar a tus rivales; la tercera se convertirá en campo fértil bien custodiado donde enterrarás tu simiente; y a fe mía que como el corazón tiene razones que la regla natural ignora, te casarás con una cuarta mujer porque la amas y el amor no se refrena, sino que domina y se impone.

(Pàg. 75)
- (...) El verdadero saber es un destello que viene de muy arriba. Rasga en la oscuridad de la ignorancia como el relámpago atraviesa el gran nubarrón negro que oscurece la nube. Cuando penetra en un alma, lea segura alegría, salud y paz, tres cosas que los hombres han deseado siempre para ellos y para lo que aman. La vida prometió bajo juramento que la existencia sería perpetua. La muerte juró ponerle término. La luz disipa las tinieblas, la oscuridad envuelve y devora la luz. ¿Cuál de las dos se llevará la mejor parte? Cuando una familia lamenta una defunción, otra celebra un nacimiento; la ruina de unos constituye la fortuna de otros.

(Pàg. 76)
- (...) El sabio antes querrá aprender que enseñar. Jamás creerá detentar el poder del conocimiento absoluto. Siempre se considerará un ignorante y no dejará un solo instante de ser alumno. Será lo bastante consecuente para respetar la verdad de los demás y lo bastante consciente para reconocer sus errores.

(Pàg. 80)
- (...) “Visteis al sobrenatural Kaidara. Se os apareció con siete cabezas, cada una de las cuales preside un día de la semana. Desplegó los treinta pues que accionan los tiempos y los doce brazos que manejan los acontecimientos. Os hizo entrega del oro. Ese metal que es bien una llave que abre muchas puertas, bien una pesada carga capaz de quebrar los huesos de muchos cuellos.”

(Pàg. 81)
- (...) Hammadi, tus dos compañeros escogieron dos fines dolorosos: la riqueza y el poder. Y han muerto por ello de manera brutal.
“Por lo que se refiere a ti, escogiste el verdadero: el conocimiento: Y en el trasfondo del conocimiento has encontrado el poder y la riqueza que codiciaban tus amigos.

(Pàg. 82)
- (...) Sé que los doce brazos de Kaidara sellan los secretos de los doce meses y que sus treinta pies se mueven con los misterios de las lunaciones. Antes de que te diga quién soy y cómo me llamo, ¿tienes algo que preguntarme, Hammadi?
- Sí, maestro, ¿por qué las cuatro patas del torno de Kaidara decían: vendaval, terremoto, inundación e incendio?
- Las cuatro patas evocaban de ese modo los cuatro elementos, las fuerzas madres. Los hijos de Adán deben su vida y la muerte a esos cuatro grandes elementos, cada uno de los cuales destruirá una vez el universo.


 Altres n'han dit...
Literafrica. Unesco.

 Enllaços:
Amadou Hampâté Bâ, obrael poble peul, guardià de l'oralitat, analítica del conte.

 Llegeix-lo:
Anglès (pdf)
Francès - Peul (html)

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